Dos coca-colas y una libreta llena de trivialidades. Cuando miré el contenido de mi bolsa me di cuenta que ese era al saldo del día. El trato era enfrentar uno por uno todos los errores cometidos, incluyendo aquellos resultados del egocentrismo. Darle rostro y nombre a cada metáfora, mirarle a los ojos, seria (nada de risitas) y preguntarle ¿qué quieres?. Algunos resultados prácticos obtenidos son: Ir a Belgica, leer dos horas diarias, aprender a tocar la guitarra y rezar cada noche "I not gonna teach your boyfriend how to dance with you".
1 comentario:
Pues a bailar se ha dicho, no?
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